For over 450 years Jesuit priests and brothers have lived an amazing story of serving the Church in new and unexpected ways. We are still men on the move, ready to change place, occupation, method — whatever will advance our mission in the Church. We are expected to do anything or go anywhere to teach Jesus Christ and preach his Good News.
Today that “we” has expanded to include men and women who share this vision of service to faith and to the justice that faith demands. Together Jesuits and lay partners place ourselves in the presence of the God who created all people and ask ourselves the questions that St. Ignatius suggested to his first companions during the period of prayer that led to their permanent companionship:
Durante más de 450 años, los sacerdotes y hermanos jesuitas han vivido una asombrosa historia de servicio a la Iglesia de maneras nuevas e inesperadas. Todavía somos hombres en movimiento, listos para cambiar de lugar, ocupación, método, cualquier cosa que haga avanzar nuestra misión en la Iglesia. Se espera que hagamos cualquier cosa o vayamos a cualquier lugar para enseñar a Jesucristo y predicar sus Buenas Nuevas.
Hoy ese “nosotros” se ha ampliado para incluir a hombres y mujeres que comparten esta visión de servicio a la fe y a la justicia que la fe exige. Juntos jesuitas y colaboradores laicos nos colocamos en presencia del Dios que creó a todos los hombres y nos planteamos las preguntas que San Ignacio sugirió a sus primeros compañeros durante el período de oración que condujo a su compañía permanente:
¿Qué he hecho por Cristo?
¿Qué estoy haciendo por Cristo?
¿Qué haré por Cristo?
¿Nuestro Señor te está llamando a servir a través de la Compañía de Jesús? ¿O simplemente tienes curiosidad por conocer nuestro proceso de formación? Para obtener más información sobre cómo convertirse en jesuita en los Estados Unidos, visite nuestra página de vocaciones. ¡Imagínese lo que podemos hacer juntos!
Nuestra Historia
La vida comunitaria en la Compañía de Jesús se basa en el compañerismo de Ignacio de Loyola y los estudiantes de posgrado con los que trabó amistad en la Universidad de París. Siete estudiantes se reunieron en una capilla en la colina de Montmartre en 1534 y prometieron continuar su compañerismo después de terminar sus estudios. Vivirían en pobreza evangélica e irían en misión a Jerusalén. Se llamaban a sí mismos “amigos en el Señor”.